Una historia extremadamente divertida. Si me hubiera quedado en la casa del árbol, yo sería el superhéroe. Pero tuve que bajar a hacer pis. Qué mala pata... Justo en ese momento, al empollón de mi hermano le concedieron seis superpoderes. ¡Y ni siquiera le gustan los cómics! ¡El universo es injusto! Menos mal que estoy yo para explicarle las reglas: * No uses tus superpoderes para pelar patatas. * Todo superhéroe necesita una capa, ¿se conformará Zack con una toalla? * Donde hay un superhéroe siempre hay un supervillano (lo conocerás por la risa: ¡Ua-ja-ja-ja!). * Y lo más importante: a veces, los superhéroes se meten en problemas ¡y necesitan que los rescaten! Reseña:
«Divertirá a cualquiera que haya soñado con ser un superhéroe».
School Library Journal